Antes de la democratización de las nuevas tecnologías, ciertas actividades económicas estaban restringidas a aquellas personas especialistas o que contaran con un patrimonio considerable. Hoy día, gracias a la normalización de la economía digital y de prácticas como el crowdfunding, sucede justo lo contrario.
El crowdfunding consiste en que una gran cantidad de personas realicen pequeñas inversiones para financiar algún tipo de iniciativa o proyecto, generalmente empleando los servicios de una plataforma digital. Por supuesto, se trata de una actividad completamente legal y que, en plataformas como Crowdfunding Bizkaia, se realiza cumpliendo estrictos estándares de seguridad y de privacidad.
¿Por qué invertir en un proyecto de crowdfunding?
En cuanto a los beneficios que esta actividad presenta de cara a los/as particulares, cabe listar tres. El primero es que, para invertir en un proyecto, basta con poseer un capital modesto o con hacerlo en nombre de una sociedad; el segundo, que un crowdfunding exitoso suele devolver altos rendimientos con considerable rapidez; el tercero, que plataformas como la nuestra se encargan de seleccionar proyectos potencialmente rentables, así como de facilitar el seguimiento de su desarrollo.
Esto último permite que se pueda realizar una inversión sin tener grandes conocimientos en la materia económica del proyecto en el que se invierte. Es más, en muchos casos, el crowdfunding se encuentra vinculado a áreas de interés común muy diversas.
Las personas inversoras como agentes
Las razones por las cuales el crowdfunding se ha popularizado van más allá de su accesibilidad y de sus cotas de rentabilidad. Para empezar, permite que los/as particulares intervengan directamente en el ecosistema empresarial, económico y social del que forman parte. Esto sucede en distintos grados: se puede invertir en un proyecto que simplemente ofrece una recompensa directa; en otro con una buena tasa de retorno de inversión o incluso en un tercero que, simplemente, proponga recaudar fondos para causas altruistas.
Más allá de estas posibilidades, cabe destacar las posibilidades de invertir en proyectos vinculados a la innovación social. Esta consiste en llevar a cabo mejoras socioambientales cuya implantación requiere de una coordinación compleja.
Recurriendo a esta clase de inversiones, los/as inversores/as particulares, además de aspirar a obtener un beneficio económico, están ayudando a promover y realizar iniciativas que benefician a todos los miembros de una comunidad.
Varios modos de invertir
Por último, el crowdfunding es también un modo de inversión que se adapta a las necesidades de cada donante. Existen varios tipos de prácticas derivadas, como pueden ser el crowdlending o el crowdequity. En Crowdfunding Bizkaia apostamos sobre todo por esta última. La principal diferencia con respecto a otras radica en el modo en que la persona inversora resulta beneficiada. En este caso, el beneficio se deriva de la adquisición directa de participaciones.
Te invitamos a descubrir los proyectos de crowdfunding que tenemos activos actualmente en Crowdfunding Bizkaia.