Cuando una empresa o proyecto empresarial alcanza el momento de buscar financiación, dispone de múltiples opciones para encarar esta etapa. Las principales opciones suelen ser la financiación privada o la pública.
No obstante, si se cuenta con la solvencia y el plan financiero adecuados, se puede recurrir ventajosamente a la financiación propia. Esta posee grandes ventajas y, en comparación con el resto, da un gran margen de libertad y autonomía a la empresa. Además, como veremos más adelante, la financiación propia puede estar vinculada con la economía colaborativa.
¿Qué es la financiación propia?
En algunos casos, las vías de financiación privadas o públicas pueden no resultar beneficiosas o rentables para las posibilidades de una empresa o proyecto empresarial. En tales casos, la financiación propia se presenta como una opción especialmente interesante de conocer. Esta, también llamada autofinanciación o financiación interna, hace que la empresa emplee los recursos económicos pasivos, parte de su Patrimonio Neto, para financiarse.
La principal ventaja de la financiación propia es que no requiere de la supervisión ni de la aceptación de terceros. Basta con elaborar un plan financiero que pueda hacerse cargo de los costes de producción y, a la vez, de los de innovación o emprendimiento. Asimismo, no se depende de ningún trámite burocrático que conlleve un notable lapso de tiempo, ni se tiene que hacer frente a pagos futuros derivados de esta financiación.
La única pega de la financiación propia, en contraposición con la privada o pública, es que los recursos están limitados por la productividad empresarial. Y, en segunda instancia, el coste de oportunidad que puede conllevar en el medio y en el largo plazo. No obstante, la inmediatez y la libertad que ofrece pueden resultar muy positivas.
Unos cuantos ejemplos de financiación propia
En primer lugar, es necesario diferenciar entre dos modos básicos de financiación propia:
- Cuando son las personas socias de la empresa quienes aportan los recursos, ya sea en un inicio o, más adelante, en un momento de necesidad o idoneidad.
- Que sean las personas empleadas quienes avalen dicha financiación adquiriendo, por ejemplo, acciones a un precio ventajoso.
Por otra parte, es importante recalcar los aportes de ciertas prácticas de economía colaborativa a la financiación propia. Por ejemplo, los que implica la modalidad de crowdfunding conocida como crowdfunding equity. El crowdfunding consiste en que un gran número de personas inversoras (físicas o jurídicas) financien un proyecto a cambio de recibir algún tipo de compensación o beneficio. En el caso del crowdfunding equity, las personas inversoras obtienen participaciones en la empresa.
Un par de ejemplos de financiación propia serían los siguientes:
Letras de cambio
Las compras pueden pagarse de múltiples formas, siendo una de ellas la letra de cambio. A través de este documento mercantil una persona, o entidad, le reclama a otra que le pague la cantidad que le debe en una fecha y lugar concretos. La persona acreedora puede traspasar este derecho de cobro a cambio del adelanto del dinero, con lo que cambiaría la persona beneficiaria.
El traspaso de una letra de cambio, denominado endoso, suele realizarse a los bancos. Este método de pago puede usarse en cualquier tipo de operación y permite obtener liquidez de forma inmediata, o a corto plazo, siendo esta una de sus mayores ventajas.
Pago a proveedores a 30, 60 o 90 días
Otro método de financiación propia muy común es la financiación de proveedores, que permite obtener las materias primas necesarias a través de un convenio en el que la parte compradora de un bien o servicio se compromete a pagar en futuro. La deuda contraída debe solventarse en plazos que habitualmente se definen a 30, 60 o 90 días.
La compra de bienes o servicios es uno de los mayores gastos de las empresas y la esencia de la financiación de proveedores reside en lograr una relación estable entre parte prestataria y proveedora. Esta financiación ofrece diversas ventajas, destacando que la empresa no debe solicitar préstamos inmediatos para el pago, por lo que este pago a proveedores no aparecerá en el CIRBE o CIR, siglas que hacen referencia a la Central de Información de Riesgos del Banco de España.
Un ejemplo de plan de financiación propia
Esta financiación del pago a proveedores permite reestructurar las líneas de financiación, optimizar el equilibrio de los balances, mejorar la relación con proveedores y financiar las ventas sin hacer uso de líneas bancarias. Pero antes de acudir a este tipo de financiación es importante realizar un análisis de los proveedores útiles para la empresa, teniendo en cuenta cómo determinan su precio de venta.
La situación del mercado y la posición de fuerza relativa entre parte proveedora y cliente determinarán la posibilidad de lograr esta financiación. Conseguir no pagar al contado a proveedores permite obtener una fuente inmediata de recursos, pero puede suponer renunciar a un descuento por pronto pago, por lo que es necesario conocer su coste y compararlo con otras vías de financiación.
Además del aplazamiento del pago en plazos de 30, 60 o 90 días, existen otras formas de financiación:
- Financiación de proveedores de deuda: la parte prestataria acepta pagar un precio por el inventario, aceptando un suplemento por intereses. El total de la financiación se pagará con el tiempo.
- Financiación de proveedores de capital: muy común en empresas de nueva creación, la parte proveedora ofrece las mercancías a cambio de acciones de la empresa.
- Financiación de proveedores de inventario: relacionado con el anterior, el inventario de la empresa respalda una línea de crédito o un préstamo a corto plazo.
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