Definir el éxito empresarial depende de cada persona emprendedora, para unas puede ser facturar grandes cantidades de dinero al año, pero para otras puede consistir en trabajar menos días a la semana y obtener las ganancias suficientes como para poder hacer grandes viajes. Sea cual sea el objetivo, siempre se puede hablar de unas claves del éxito empresarial, unos ingredientes básicos que hay que trabajar porque no existe una fórmula mágica que lo haga.
La persona emprendedora busca alcanzar sus sueños, ser su propio jefe, crear algo por uno mismo, o tener libertad, por poner algunos ejemplos, que determinarán el éxito empresarial. A partir de esos sueños, son varios los indicadores que miden el éxito del negocio y pueden valorarse desde una perspectiva económica, recuperando la inversión inicial y generando beneficio, personal, logrando sacar una idea adelante y convertirla en un negocio real que funcione, y social, aportando beneficios a la sociedad en su conjunto.
Claves de éxito de un proyecto empresarial
En un mercado tan competitivo como el que existe actualmente, es importante que las empresas se reinventen para lograr mantenerse y sobrevivir. Para ello es necesario considerar tres claves de éxito de un proyecto empresarial:
Innovación y creatividad
A medida que los mercados se hacen cada vez más competitivos, la innovación y la creatividad posibilitan a las empresas desarrollar unas ventajas competitivas que las permitan alcanzar el éxito. Desarrollarse vertical y horizontalmente permite generar una cadena de valor competitiva y diferenciadora, por lo que, para un proyecto innovador, es importante proponer retos, motivar, fomentar la creatividad y la participación activa, estar atentos a los cambios del mercado, y erradicar el miedo al fracaso.
Flexibilidad frente a los cambios
Adaptarse a los cambios, anticiparse a las amenazas y las oportunidades que pueden presentarse y entender las vulnerabilidades de la empresa son factores que ayudan a la flexibilidad de la organización. Poder convertir las amenazas en oportunidades, haciendo los cambios de forma ágil, es clave para conseguir que el negocio prospere.
Relación con los clientes
Sin duda el éxito empresarial depende de sus clientes, de cómo son tratados y de su confianza en los productos y servicios que se les ofrecen. La gestión de la relación de los clientes, la forma de conseguir esa confianza, puede hacerse de diversas formas: ya sea a través del marketing, el servicio al cliente, el soporte de ventas o la asistencia técnica.
Factores que influyen en el éxito empresarial
Según destacan expertos en creación de empresas, hay diferentes factores que influyen para lograr el éxito empresarial:
Objetivos claros
Tanto si son humildes, como si son ambiciosos, es importante tenerlos claros desde el principio.
Conocer la actividad
Algo que es de gran ayuda antes de empezar cualquier nuevo negocio, conocer de cerca la actividad que se va a llevar a cabo.
Invertir tiempo
Antes de invertir dinero, y de buscar cuentas de financiamiento, es necesario conocer el mercado, estudiar sus claves y centrar los objetivos.
Ver las necesidades del mercado
Uno de los factores que influyen en el éxito empresarial es acertar con las necesidades del mercado que no estén satisfechas.
Diferenciación
Analizar a la competencia ayuda a buscar una clave obligatoria para alcanzar el éxito, como es la diferenciación.
Reconocer las oportunidades
Pequeñas vueltas de tuerca a los productos o servicios tradicionales, buscar nuevas soluciones a problemas habituales, o adaptar ideas de fuera, son algunas de las técnicas que pueden ayudar a encontrar nuevas oportunidades.
No improvisar
Tomar decisiones meditadas y contrastadas no elimina los riesgos pero sí que ayuda a reducirlos y minimizarlos.
Insistir
Puede que la primera idea no haya sido la más acertada, pero un rasgo de las personas emprendedoras es la insistencia para encontrar la idea que sí lo sea.
Creer en el proyecto
Sin duda un factor clave del éxito es creer en lo que se está haciendo y saber cómo hay que hacerlo.
Ser innovador
Además de ser insistente, la persona innovadora y emprendedora está abierta a nuevas ideas y a aprender, tiene confianza en sí misma, visión a largo plazo, y es consciente de las implicaciones de emprender, pero disfruta haciéndolo.