Una de las claves para que un proyecto sea sostenible es realizar una correcta planificación financiera. Esta etapa consiste en adelantarse al desarrollo de los acontecimientos que afectarán a la empresa, y actuar en consecuencia de forma estructurada. Para ello, es sumamente importante ampararse en los datos contables.
Hay dos tipos principales de planificación financiera: a corto y a largo plazo. En el presente artículo nos detendremos en el primer tipo.
¿Qué es la planificación financiera a corto plazo?
Se trata de estimaciones de los estados financieros que se realizan, como mucho, a un año vista. Al contrario que en la planificación financiera a largo plazo, aquí los presupuestos cobran un gran protagonismo.
La importancia de realizar correctamente este tipo de planificación está fuera de toda duda. Principalmente, contempla el capital circulante de la empresa y, por tanto, de ella depende la sostenibilidad y la optimización del flujo financiero.
Las ventajas derivadas de su buena realización son igualmente notables. Afectan positivamente a las fuentes de financiación, a la liquidez y, sobre todo, a evitar el riesgo de insolvencia.
¿Cómo se consigue una buena planificación? Tips y comentarios
Al margen de que se hagan estimaciones a corto, medio o largo plazo, siempre hay unas bases que tener presentes. La principal es que todo proyecto debe asegurarse una fuente de datos contables y financieros de absoluta confianza y convenientemente actualizada. A partir de ahí, se puede describir en qué situación se encuentra la empresa.
En segundo lugar, es indispensable establecer una serie de objetivos que cumplir en el periodo de la planificación financiera, así como ordenarlos en el tiempo y adjudicarles plazos de realización a cada uno.
Por otro lado, todo este proceso debe incorporar hipótesis sobre acontecimientos futuros. Es decir, variaciones en cuestión de ventas, de costes, etcétera. Una vez establecidos, se cuadrarán con la información financiera y contable.
En último lugar, con el plan de financiación ya puesto en marcha, es imprescindible iniciar un seguimiento detallado de la actividad de la empresa. Solo de este modo es posible canalizar los riesgos e imprevistos que puedan ir surgiendo.
¿Cuáles son las ventajas de un proyecto planificado financieramente?
Si los pasos anteriores se llevan a cabo con éxito, el principal beneficio será el de alcanzar los objetivos propuestos, apuntalar la sostenibilidad de la empresa y asentar las bases para iniciar un segundo ciclo de optimización.
Sin embargo, en muchos casos la buena planificación financiera ofrece grandes ventajas anteriores al propio funcionamiento de la empresa. El más evidente de todos es el de la posibilidad de facilitar fuentes de financiación.
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