No hay duda de que el verdadero comienzo de un negocio exitoso es dar con una buena idea. De ahí en adelante, sin embargo, es necesario materializarla y, probablemente, corregirla o adecuarla al mercado al que se dirige.
Para una persona emprendedora sin demasiada experiencia, este proceso de materialización del negocio puede resultar confuso. Por ello, en este artículo te ofrecemos una breve guía orientativa con los primeros pasos para empezar un negocio.
La planificación previa
Una vez que se ha dado con una idea aparentemente exitosa, hay que someterla a examen. En relación con el producto o servicio que se pretende ofrecer, se deben realizar preguntas como:
- ¿Cuánto se sabe al respecto?
- ¿Qué necesidad satisface?
- ¿Es viable su producción?
- ¿Quiénes serían los públicos objetivo?
- Etcétera.
El siguiente paso es emprender un estudio de mercado. Se deben conseguir datos suficientes con los que fundamentar respuestas a cuestiones básicas como:
- ¿Cuáles son los principales competidores?
- ¿Cómo se diferencia con respecto a ellos?
- ¿Cómo se adecúa la idea original a los factores contextuales?
- Etcétera.
De igual modo, para empezar un negocio es necesario idear un plan que aclare la ubicación del mismo, la estrategia de comunicación o el proceso de producción y los costes del bien o servicio que provea. En este punto, una de las tareas más importantes es realizar correctamente un balance de riesgos. De ello dependerá que, una vez iniciado el proyecto, se pueda mantener un flujo financiero sostenible.
En esta primera etapa, las personas emprendedoras cuentan con el apoyo de programas como BEAZ, una sociedad pública de la Diputación Foral de Bizkaia cuyo objetivo es apoyar a las personas y empresas en su esfuerzo por crear nuevos proyectos, innovar e internacionalizarse. BEAZ ofrece una serie de servicios destinados a apoyar la actividad empresarial que puedes conocer aquí.
Los primeros pasos de un negocio
En la planificación previa también se suelen contemplar las posibles vías de financiación con las que empezar un negocio. Esta parte, hasta no hace mucho, solía presentar ciertas dificultades, sobre todo en lo relativo a la financiación bancaria. Hoy en día, sin embargo, la popularización de la economía colaborativa ofrece grandes oportunidades.
Una persona emprendedora puede recurrir, por ejemplo, al crowdfunding. Este consiste en que una suma de personas físicas o jurídicas financie un proyecto. Para que esto sea posible, generalmente se necesita de la mediación de una plataforma especializada en esta modalidad de inversión, como es el caso de Crowdfunding Bizkaia.
Para poder arrancar una ronda de financiación en Crowdfunding Bizkaia, la persona emprendedora nos puede hacer llegar su proyecto aquí. Tras un análisis del proyecto por parte del comité de selección, si este es aprobado pasa a ser publicada su ronda de financiación, un periodo en el que la persona emprendedora siempre es asesorada por nuestras personas expertas. Cuando alcanza el objetivo de financiación marcado desde un inicio, el proyecto ya se puede materializar.
Recuerda que Crowdfunding Bizkaia es la primera plataforma de crowdfunding gestionada por una administración pública, la Diputación Foral de Bizkaia. Esta característica nos permite ofrecer altas garantías legales, de privacidad y de seguridad.
La consolidación del negocio
Ya conseguida la financiación, lo siguiente es constituir el negocio legalmente. Esto incluye determinar la clase de empresa o de sociedad que se pretende constituir; asegurarse de que el nombre pensado para el proyecto no figura en el Registro Público; contar con un/a abogado/a y, luego, con un/a notario/a para realizar la escritura de la minuta y elevarla a escritura pública; registrar dicha escritura en el Registro Público y elegir el régimen tributario.
Una vez concluidos estos trámites burocráticos, sólo queda poner el negocio en marcha.